Afortunadamente cuando no nos sentimos a gusto, hay algo que nos inquieta, no estamos tranquilos, nada nos cuadra de ninguna manera, entonces nuestra mente nos está avisando de manera muy directa que nos estamos conformes con lo que nos sucede. Esto es bueno, porque nos hace dar cuenta de verdad de que necesitamos un cambio ahora mismo. Hay un dicho de un buen amigo mío Ramón que me lo dijo una vez y lo he tomado en practica y “es que cuando hay duda, es que no hay duda“, hay que hacer caso a lo que el corazón nos está diciendo: “HAY QUE HACER UN CAMBIO YA!”.
Cómo el estrés puede ser tu aliado
Este corre corre diario de aquí para allá con gran cantidad de actividades donde no tenemos tiempo en descansar para nada, no hay tiempo para despejar la mente un rato, con el móvil sonando todo el tiempo, que correo electrónico, notificaciones de redes sociales, llamadas de teléfono, cita con clientes por atender, que hay que ir al super a comprar algo que hace falta, donde dormimos bastante mal porque estamos demasiado cansados, la mente en constante pensamiento, rulando, rulando, y esto en un sinfín de cosas y cosas.
Luego hay que añadir la presión a la que estamos sometidos en el trabajo, en casa con un montón de actividades también, la presión económica de que hay que pagar facturas y un etcétera largo. Todo esto sumado pues por la falta de tiempo, de descanso, no poder despejarnos, presionados nos va haciendo mella en nuestra vida personal y profesional. Empezamos a sentirnos cansados con demasiada frecuencia, dolores de cabeza o migrañas, nos duele la espalda, y se nos convierte el día a día en un sin vivir difícil de sobrellevar. Un estrés continuado nos lleva a sentir angustia, lo he vivido a algunas ocasiones con tener demasiado trabajo y sentirme agobiado realmente. Cuando llego a un estado de angustia porque tengo demasiado trabajo, teniendo una gestión lo más organizada posible, para no dejar a ningún cliente desatendido, estos picos de trabajo son realmente duros. Cuando me siento así es que me doy cuenta de que tengo que parar en seco, tomarme un respiro y volver a reencausar las actividades pero con la cabeza más despejada. Es bueno tomarse un tiempo para dormir adecuadamente, el descanso es importante en las horas que son al menos 8 horas, también tomarme una tarde libre para dar un paseo con mi esposa Sandra y olvidar un poco mi trabajo.