En nuestro día a día cuando deseamos comprar algo por necesidad o por que te gusta y te lo quieres comprar te encuentras las mismas experiencias casi siempre en la forma como te sientes al llegar a un comercio de cualquier centro comercial e incluso de comercio de barrio. La experiencia de compra es muy monótona y el proceso es muy parecido en todos los comercios. Vas mirando, mirando, tocas cuando se puede hacer, analizas el precio y si tienes más o menos el rango de compra lo tienes en cuenta, miras el aspecto, la textura, el color, y dependiendo del tipo de producto que buscas cubre tu necesidad si o no, me apaño con esto, quiero algo más, apuro el precio, quiero ver más variedad, quiero ver otros establecimientos para comparar, etc. Sólo en algunos comercios de moda alguna dependienta amable se ofrece a asesorarte en lo que buscas y poco más. Otras veces la experiencia de comprar es incomoda porque parece que el dependiente su actitud es de asesorarte pero es de policía por si pasa algo raro. Esto es más o menos lo que me encuentro al comprar algo que quiero.