Hace ya tiempo que empecé a mejorar muchas cosas en mi vida, cambiar la perspectiva con la que se observa el mundo. Esto requiere de mucho análisis y reflexión, en que cosas estoy fallando, que cosas considero en que acierto, que es lo que tengo ahora como persona que puedo brindar a los demás, cuales son mis fortalezas y debilidades como individuo que debo potenciar y corregir, cuales son las oportunidades y amenazas que tengo que saber coger y cuales debo esquivar.
Las cosas nos van como afrontemos el mundo depende de nuestra decisión, pero esa decisión está condicionada por algo muy importante: Por nuestra ilusión, que es lo que me motiva, que es lo que realmente me emociona y hace que me mueva hacia adelante, que hace que cada mañana uno se levante para llegar a un objetivo a través de pequeñas metas que sumadas hacen que ese camino sea una delicia seguir. Eso tan placentero que me lleva hacia ese destino que quiero llegar es mi pasión. Sin pasíon, sin ilusión, la decisión de afrontar las circunstancias que se nos presentan diariamente es muy díficil avanzar.